lunes, 23 de agosto de 2010

New York by Pol Valero

NEW YORK by POL Valero
7:58 horas de avión, 4 de espera, 2 de aduana y finalmente el hotel; situado en la 34 con Lexinton Avenue me esperaban 10 intensos días en la ciudad de los rascacielos, la ciudad que nunca duerme.
Al salir del hotel una nube de taxis amarillos y docenas de limousine cruzaban la 34 en dirección 5th avenue, miles de personas corrían de un lado al otro, se saltaban los semáforos, gritaban por el móvil y todo por culpa del estrés que genera esa ciudad, ese barrio en concreto. Estamos hablando de la 5th avenida, adornada por luces de navidad en pleno verano, boutiques que preparan las colecciones A/W 2011 y modelos que salen de castings para la fashion week que se celebrará en unas semanas. Sacks te deslumbra con sus escaparates mientras Bergdorf Goodman te impresiona con su sencillez y minimalismo. Y la mismisima Tyffanys & Co. te enamora con sus joyas. Pequeños toques de luz previos al autentico rayo, que fue el encontrarme a la mismísima Carolina Herrera, al lado de Central Park, acompañada por su asistente repleta de bolsas de Bergdorf, "Can I take a picture please?" -le pregunté- me miró asombrada como si nadie en la vida le hubiera pedido que le hicieran una foto, solo se limito a decir "Of course", rápidamente su asistente se aparto, y ella "posó" para mi cámara, le di las gracias y con un simple "Nice" y una sonrisa en su cara se fue antes que otros tantos como yo, la pararan. Eso fue lo más emocionante que pasó ese día antes de poder comprobar que Times Square es completamente una miniciudad dentro de Nueva York, abierta las 24 horas en las que parece que siempre sea de día. Después no puede faltar encontrarte en el Soho con las mejores tiendas de diseñadores independientes, bares chics/cool… todo amante de la moda esta allí y más en estas fechas, preparando outfits y fittings para NYFW. No tiene nada que ver Chelsea o Greenwich Village, zona industrial que se ha convertido en el lugar favorito de los más In de la ciudad. Pero sin duda Manhattan (centro) no es un sitio donde vivir, llegas a tal punto donde las sirenas de los coches de policía, bomberos, camiones… te hacen entrar en un estado de obsesión, ruido todo el día, la gente... pero sin embargo, todo esto tiene su chispa, que te puede llegar a enamorar.



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