Los siete pecados Navideños

-LOS 7 PECADOS CAPITALES-

Las vacaciones de Navidad suelen ser las fechas en las que se adquiere el espíritu más cristiano de todo el año, el nacimiento de Jesús, los Reyes Magos que adoran en el pesebre, la misa del gallo, la de Navidad, la de fin de año… bueno, todo un arsenal de religiosidad que llevamos todos al pie de la letra, ¿o no?

Si hacemos un pequeño recuerdo a nuestra infancia en el colegio de monjas, descubriremos un detalle crucial para la fé católica, son sin duda las normas básicas del cristianismo, los siete pecados capitales, aquellos que los infrinjan merecen ser juzgados por el Dios castigador del viejo testamento.

Estos pecados son los que, por casualidades de la vida, más usamos en la actualidad, ¿será que son los más divertidos?

Por ejemplo, la lujuria. Muchos han usado incluso el nombre para sus trabajos, como es el caso de Lujosa Barcelona.

De todos modos, no es difícil encontrarla en nuestro día a día, como ha hecho Moët en su campaña con Scarlett.

Seguimos con la gula… simplemente pensar en las cenas familiares y los exquisitos postres… uff

La avaricia es quizás el pecado más concentrado en estas fechas, todos queremos más y mejor… son los regalos de Navidad como una droga veronasal, como bien plasma Sisley.

La pereza es algo que se adquiere a posteriori de la gula… es España tenemos mucha costumbre con las siesta y es en vacaciones cuando más a cabo llevamos esta bonita costumbre.

De hecho, Zadig&Voltaire nos ejemplifica una escena de pereza pre-lujuria.

 

Ira, desgraciadamente pasar más de dos días en familia causa ira y entre hermanos se puede terminar como acabaron los modelos de la campaña de Oysho.

No es de extrañar que con tanta avaricia y gula la cosa termine con algo de envidia, y sino, preguntad al fotógrafo Steven Klein, experto en campañas de D&G, donde ataques de celos protagonizan unos retratos de impacto.

Y ya en el séptimo lugar tenemos la soberbia, ese álter ego que en tantos blogs y situaciones vemos a diario, obviamente no falta en estos días de feliz Navidad.

Bulgari plasma una imagen tácita de soberbia y poco tacto, eso de poner un bolso y al lado un cachorro probablemente hijo de la piel del bolso… es algo un poco soberbio, ¿no creéis?

Vamos que mucha paz, mucho amor, pero al fin y al cabo, en Navidades es cuando más pecadores somos.

Un abrazo y felices fiestas.